miércoles, 15 de marzo de 2017

ZURICH BARCELONA MARATÓ 2017. Crónica Alicate.

Welcome to a new Crónica Alicate! Estuvimos en la Maratón de Barcelona gozándonosla y es un deber (y una condena para ti, amado lector) contaros dicha aventurita. Así que ya sabes, organízate bien las tareas del hogar o el curro, porque tienes un buen rato que perder mientras lees nuestras aventuras con Filípides por la ciudad condal…

Paso de contaros lo mal que canta Sta. Pi en el coche cuando vamos a las carreras y pone la radio a todo trapo porque no creo que le gustara que os lo dijera, y también paso de contaros mis aventuras de provinciano en el Metro de Barcelona (qué pasa, yo no sé abrir la puerta de un Metro pero mucha gente no tiene ni puta idea de lo que es el Nado Con Punto Muerto Australiano y no digo nada eh, incultos del cloro! XD). Así que nos vamos directamente a la feria del corredor el sábado por la tarde…

Un número mágico como pocos...y qué majicos estos dos eh.
Vaya pedazo de tinglado que montan, chavales. De primeras, hay un par de salas (o una muy gigante, no recuerdo) dedicadas exclusivamente a lo que es la carrera en sí. Zona para recoger la bolsa del corredor (una carrera donde participan 20.000 personas y en la que tuvimos que hacer una cola de 12 segundos para recoger nuestro dorsal, con eso os digo todo), y un montón de carteles gigantes donde te explican el recorrido, horarios, y todo lo que debes saber para plantarte sin problemas en la línea de salida de la Maratón. También tienen un chiringuito donde los de Asics te dan gratuitamente una pulsera de tiempos personalizada con cada paso por km según tú le pidas un tiempo u otro, con el mote impreso y tol copón. Pantallas gigantes con videos de los que nos ponen a mil. Y todo Peter botellín o bidón de agua en mano como si fuera un after, hidratando hasta conseguir mear 27 veces en un día. Dejas atrás esa zona, y pasas a la zona de merchandising… Imaginaros una planta del Corte Inglés, pero única y exclusivamente con material de la Zurich Maratón de Barcelona. Mallas, sudaderas, calcetos, bragas, camis, chándales, y nada de cosas cutres eh. Bien guapas algunas de ellas. Mira que le dije a Sta. Pi que si supiera que me iba a salir bien la carrera me pillaba unas mallas guapas…grrrrrrr… Y dices, bueno, sí, es la ostia como feria del corredor, pero es un poco mono temático. Hubiera molado algo más variado… Espera espera, pasa a la siguiente sala… Como la Feria de Muestras de Zaragoza, pero con chorrocientos stands deportivos de marcas y carreras de todos los tipos y colores. Pa flipar. Si hay alguna Maratón en el mundo de las importantes que se te ocurra, te puedo asegurar que tenía stand montado. Maratón de Roma, Maratón de NY, Maratón de Berlín, Maratón de Amsterdam, Maratón de AndeCristo PerdiólasAlpargatas… Estaban todas. Y joder, qué mierda ser pobre. Porque es un pastizal del bueno. Pero aun así se te ponen los dientes largos pensando que en un momento dado si caen los euromillones nos podríamos dedicar a hacer turismo corriendo maratones por el mundo… No sólo eso, si no que hay decenas de stands de marcas de ropa, de alimentación, de zapatillas etc Podría enumeraos cuáles estaban pero casi sería más fácil empezar por las que no y así terminamos antes. Encima con precios más que interesantes en algunas cosas. Ni que decir tiene que en el Club La Santa de Lanzarote hicimos parada y fonda para agarrar un capazo elegante con las mozas que lo llevaban, y donde aproeveché para ponerme un poco tibio de chuches que tenían en una bandeja. Gracias por el souvenir de Ironman que nos regalaron (bueno, a mí no…me debieron de cruzar un poco porque les vacié la bandeja chuches… y porque no les enseñé ningún tatuaje a las chicas, no como otra que yo me sé!). Luego aún agarramos más tri capazos en otros stands de triatlón, y aprovechamos para merendar barritas de chocolate en el stand de 226ERS, y participar en mil sorteos de inscripciones y viajes a todas partes y carreras del mundo. Y tuvimos que dejar la Feria porque Sta. Pi debía marchar al aeropuerto a recoger a nuestro Mochilero Namber Güan que venía de Finlandia para vernos…


Cena maratoniana, cada uno en su casa y Filípides en la de todos. Y bien prontico pal sobre que el domingo iba a ser un gran día…
-Tío tío, que vamos a correr una maratón!!!
*Pi, estoy jiñado y meandome vivo, acelera ostias!!!
Entre los nervios y el tener que hacer la digestión en condiciones a las cuatro y pico la mañana ya comienzan los güasaps a volar. El desayuno entra de putamente. Salir ya le cuesta un poco más, pero aún así sin problema. La idea de echar una cabezadita después de desayunar fue misión imposible. Podría echar la culpa a Sta. Pi de que estaba mandándome güasaps pero no tengo muy claro quién los mandaba a quién así que empate: estábamos cagaos perdidos los dos y pol haba podíamos dormir!!! Jajajajaja Entre una cosa y otra, entre una visita al baño, y otra y otra y otra, toca marchar a Plaza España a liarla parda. Yo salí un poco (bastante) antes que Sta. Pi de casa (y eso que yo estaba más cerca, pero antes de una maratón estoy con el modo Histeria ON), y me perdí ese rollo de bajar al metro y estar tomado por gente con medias de compresión, olor a linimento, y caras serias o sonrisas nerviosas. En mi caso era fifty fifty, una mezcla de extras de la serie Walking Dead volviendo a casa, y gente que tenía cita con Filípides como yo…


Definición gráfica de Tinglado del Copón.
 Tras juntarnos, vamos directos al guardarropa previa visita al WC, para luego continuar haciendo más visitas jajajajaja Sólo que las siguientes ya incrementando la cola exponencialmente cada vez que 
volvíamos, y con Sta. Pi haciendo de Sargento de Hierro vigilando que todo cristo guardara religiosamente la cola esperando su turno, hablaran el idioma que hablara jajajajaja


El acero con el que se construyen los barcos está hecho de lo mismo que estas patas.
Rehacemos por última vez el nudo en las zapatillas y marchamos a nuestro cajón de salida. Aquí ya no hay tanta coña. Está todo el mundo parecido. Con todas las nacionalidades que te puedas imaginar rodeándonos, pero con caras muy parecidas. Con mil de ganas de que estos cuatro meses por los que hemos pasado los 20.000 presentes, se vean reflejados en los 42 kilometricos que nos vamos a pretar esta mañana de domingo. Los cajones están muy controlados, y ahí sólo entras si tu dorsal se corresponde con el color, si no, hasta luego Lucas. Y nada de colarse porque hay unas vallas del copetín. Así que nada. A pretar el culo y esperar que llegue nuestra salida… Porque aquí no dan el cañonazo de salida y al turrón. No no. Salen los élite. Luego después los de un cajón. Luego los del otro. Y así hasta el último cajón. Esto permite que la carrera no sean 5 km andando hasta que se puede correr.

Este es sólo nuestro cajón de salida...y doscientos metros atrás comienza el siguiente. 

Y el momento ese de justo antes de salir, ahí encerrado con miles de personas en el cajón… Primera pilo-erección del día (no seáis mal pensados cabrones! Buscad en google y veréis que no es ninguna guarrindongada). Sonando a puto tope el Barceeee looooo naaaaaa de la Caballé y el Mercury, y confeti por todos putos lados. Si no me subieron 20 pulsaciones os estaría mitiendo. Para comprobar que no era sólo yo, le pedí a Sta. Pi que me enseñara su Garmin y veo que ella también. Al puto lío. Comienza la Maratón!!!!

De primeras ya hemos perdido las liebres y no llevamos ni 500 metros. Pero no perderlas de que se nos han ido, no, si no de que ande narices se han metido????!!! Como los primeros km son un poco parriba, al poco rato en una de las avenidas los localizamos. Llevan una marabunta entorno a ellas, así que decidimos correr un poco a distancia, si perderlas de vista. Se supone que estos primeros km hay que dosificar porque pican. Así que no para de nombrar una y otra vez a mi compañera “Piiiiilaaaaar”, porque se me va. Que luego necesitaremos las fuerzas. Y como nos pasemos…

Mierda. Apaga la voz en Of de Denniss Kimetto que está leyendo el blog en voz alta. Para la música. Hacemos un paréntesis en la crónica. Me acaba de meter un toque Sta. Pi. Que uno de los chorrocientos sorteos que participamos en la feria del Corredor le ha tocado…ni más ni menos que una inscripción a un HALF IRONMAN de CHALLENGE…a elegir…joder… La tía con más suerte del puto mundo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Qué envidia insana me acaba de entrar… Todo le toca a ella!! Así que como ahora estoy picoticado, de aquí en adelante hasta final de crónica inventaré lo que sea para que los tres minutacos que me metió se justifiquen de cualquier forma menos diciendo que me pulió. Ala! Jajajajaja

Bueno. Dile a Kimetto que vuelva. Que tiene que seguir leyendo en voz alta la Crónica de la Maratón de Barcelona. Dónde lo habíamos dejado? Ah! Sí!! Primeros kilómetros…
No me conozco demasiado (por no decir otra cosa) Barcelona, así que no puedo entrar en detalles de los nombres de las avenidas y demás por dónde íbamos; porque no las recuerdo. Son muuuuuuchas calles y zonas. Y tengo recuerdos de cosas y momentos pero no sabría deciros en qué sitio en concreto eran. Así que ya perdonaréis la vaguedad en ese sentido.
Pues eso. Primeros kilómetros y los más duretes en cuanto perfil. Menos mal que era al principio. Porque si te meten eso a final de carrera, hacen una masacre. No porque fueran la ostia de empinados, sino porque ya tu sabe que un centímetro de desnivel en los km finales de una maratón te sabe igual que el kilómetro vertical de la Zegama. Al principio no hay mucho ambiente en las calles, en esa zona en concreto. Pero de vez en cuando aún se deja ver algún grupúsculo que lo da todo. De familiares, de clubs de atletismo de la zona, o de lo que sea. Es indisoluble. Cuando en una Maratón te animan…da igual quienes sean y de dónde sean: te dan la vida durante los próximos 10 metros! Sta. Pi estuvo viviendo una temporada en la ciudad condal, y me viene de lujo porque se conoce el trazado de la carrera bastante mejor que yo. Aunque el ritmo que me mete me lleva por la calle la amargura, me viene genial para saber que toca regular y echarle el alto constantemente.
Kilómetro 5 y las pulsaciones ya van un pelín más altas de lo que deberían… La Travesera de Les Corts se está haciendo largueta. Mierda, me meo. Es la décimo séptima vez del día…  Así que me despido de Sta. Pi con un “LUEGO TE COJO…DAME UN PAR DE KM, SI ESO Y TE VEO EN UN RATO”. Spoiler: la cogí la cogí…pero después de pasar el arco de meta!! El “ahora te pillo” acaba siempre igual, en Duatlones, en Maratones, etc jajajajajajajaja Me dice Sta. Pi que ahora no, que aguante porque viene la rampita más dura. Al lado del Nou Camp. Uf, sí, mejor que me pille de bajada una vez meado, así que me salva la vida ahorrándome el arrancar en mitad de cuesta. El paso por el Nou Camp levanta pasión en el pelotón runner, escapándose algún cántico grupal y todo.
Y una vez arriba sí. Hasta luego Lucas, digo Sta. Pi. Que ya te cojo eh…
 
Sta. Pi goes Marathon!
De aquí en adelante cada uno hicimos nuestra maratón. Por una lado una putada, porque visto como nos salió, gozárnosla mano a mano hubiera sido un puntazo. Pero por otro, así curtimos y nos acostumbramos al verdadero objetivo de la temporada (226 VITORIA!). Decir que yo iba apretando un poco el ritmo para ver si cazaba a Sta. Pi, aunque tampoco mucho porque esas cosas sé que en este tipo de carrera pasan factura a largo plazo… Y que pol haba la veía en ninguna de las avenidas por las que íbamos. Así que ya lo veía. La tía iba fina filipina y en cuanto la dejé metió un piñón más.

De ahí hasta final de carrera, es un festival cada poco cacho de grupos de animación. Alucino con la cantidad de batukadas que había. Yo no sé los demás, pero es que los tambores esos se te meten en carrera hasta el fondo y te dan alas por lo menos para unos metros. Cada 2 km y pico avituallamiento. Con agua e isotónica. No nos privamos de nada. Que estaba tó pagao! Y además de eso y de baños químicos y puestos asistencia médica, tenías a peña con banderolos que a lo lejos parecían liebres, pero una vez que los sobrepasabas te das cuenta que son de la organización, y que son fisios o algo y van cargados con botes de réflex y demás y te echan una mano si la necesitas. Masajes, estirar, conversación, una letra de la hipoteca, lo que sea.
 
Está claro que las fotos de postureo en este tipo de carrera no son muy personalizadas que digamos... Premio para quien localice un Trialeta de Barrio apurando por el interior lo máximo posible en cada curva.

Y los kilómetros van cayendo, que es lo importante. No sabría deciros en qué puntos exactamente, pero en esta parte del recorrido hubo dos zonas que me los pusieron como escarpias. Una curva al lado de no sé qué edificio bastante chulo, que estaba petadísima de peña gritando. Pero cuando digo petadísima no es que hubiera un par de grupos de acompañantes, no. Es que estaban comiéndose parte de la calzada y nos habían recortado la zona por donde pasar y daba la sensación de que hacían casi pasillo. Que igual en verdad teníamos 15 metros de paso…pero el griterío y semejante cantidad de banderas y de peña me dio esa sensación. La puta caña. Que puede coincidir también con el efecto del primer gel que nos pretamos jajajaja Pero la sensación ahí está.

En según qué zonas no hay tanta animación. Pero te puedo asegurar que no pasan ni mil metros sin escuchar un Allez, allez, o un Vinga vinga, o un Somí! Somí!, o cualquier otra cosa en vete tú a saber qué idioma. Y es que ese es uno de los puntazos de la Maratón de Barcelona. Que estás compartiendo zancadas con corredores de todo el puto mundo. Literal. Ves camis de finsisher de maratones de Abu Dabi, de Israel, de Filipinas, de América, de Argentina, de Ucrania, de Holanda… Y como es de esperar, semejante elenco de nacionalidades, se trae sus supporters y ves banderas durante el recorrido que no sabes ni de qué país son.

La cosa es que entre pitos y flautas los carteles indicadores de cada kilómetro se van sucediendo como si no, y nosotros disfrutando de cada calle, cada curva, cada avenida. Bueno, yo por un lado, y Sta. Pi cien metros por delante…luego doscientos…trescientos…

El km 17 en la Sagrada Familia también es digno de recordar. El edificio por un lado, y por otro los cientos de personas que hay agrupados en ese punto. Las naciones unidas y las desunidas al completo están presentes cada una con su respectiva bandera. Joder qué puntazo. Muchos gritos que no sabes ni qué puñetas te están diciendo, pero que te los tomas como si fueran pa ti, y que de seguro significan algún “Venga maño, ahí pitera” . Eso sí, lo de siempre, si eres tía, a buen seguro que te llamarán por tu nombre quince millones de veces que si fueras tío (en el dorsal sale, lo del nombre, no lo de que seas tío o tía). Y pa variar, a Sta. Pi le animan como si fuera de casa. Aquí mucha gente pilla el móvil de sus colegas que lo están viendo y aprovechan para hacerse un selfie  con la iglesia esa de fondo. El postureo está bien, pero esto es un poco lamentable (échate a un lado para hacerlo si es que lo haces, cacho gañán!)
Sta. Pi, alargando zancada y esperando a
que la coja todavía...

Con la tontería hemos llegado a mitad de carrera. La media maratón finikitada. Esta avenida de Meridiana se hace un poco larga, porque vas en un sentido y vuelves en otro. Y no sé por qué, pero comentando con Sta. Pi after carrera, resulta que a ella también se le hizo un poco larga. Un par de grupos de música y de batucada bien colocados la hacen más llevadera. Sigo sin ver a Sta. Pi en ningún momento. Comienzo a pensar la posibilidad de  que la haya adelantado sin verla, y ella piensa lo mismo. Cae el segundo gel. Pa flipar por cierto la cantidad de geles y movidas que toma la peña. Algunos corren con auténticos cinturones de balas como los heavys en los años 90, cambiando los proyectiles por geles. Que no seré yo quien levante la voz sobre lo que se meta o se fume nadie eh, pero vaya, que con tres geles una maratón se puede correr sin mayor misterio, pedazo viciosos!!!

Los kilómetros se van sucediendo uno detrás de otro. Intercalados entre conciertos de grupos de música  con cantantes que gritan “Vinga nois, que si estáis aquí llegáis hasta el final”. Las batukadas que te dan la vida al pasar al lado de ellas se hacen casi constantes. Los carteles de que a 100 metros tienes un puesto de avituallamiento dan la sensación de que están colocados cada escasos metros de la cantidad de avis que pillas. Agua e isotónica como pa una boda. Baños de estos verticales para hacer pipí y cabinas para el popó. Chiringuitos de cruz roja. Peña corriendo con mochilas repletas de réflex y que no dudan en ayudar a estirar o dar un masaje a quien va más jodido que la pata un banco. Algunas calles con las curvas llenas de banderas y de gritos. Jesús, maría despatarrada y josé, esto es LA MARATÓN DE BARCELONA, y no hay más.

Esa sensación de que una pedazo ciudad te pertenece entera, a tu disposición durante 42 kilómetros.

El km 30 se pasa, y ahora es cuando comienza la segunda parte de la Maratón. La que pone a todo el mundo en su sitio. Si llegaste pasado de rosca hasta aquí, prepárate para sufrir. Si has sido inteligente, prepárate para sufrir pero también para disfrutar. Interconecto mentalmente con Sta. Pi, las patas van bien, pero cuánto de bien???? Sta. Pi tiene dudas de si meter otro piñón o no, se encuentra de putamadre parriba, pero el hecho de haber corrido más maratones le da la experiencia de saber que para para, que estos 12 km se pueden hacer largos… A mí me llaman El Conservas, así que pienso parecido, pero sin la opción de meter el piñón extra. Comienza lo realmente duro y bonito de una maratón…

EL MURO. Esa parte de la carrera donde sabes que vas a sufrir sí o sí. Pero en la que cada grito de ánimo que te dan te sabe a pura gloria. En la que eres consciente de que tu vida se va a convertir en  un infierno, pero que aún con todo merecerá la pena unos kilómetros después.

El caso es que el famoso muro esta vez lo debieron construir con pladur, porque de la que caen los kilómetros, yo no veo ni rastro. Sta. Pi lo ha debido de derribar a mallazos. Nada de nada. La pajarita ya lo ve claro, deja atrás su liebre… Yo sí pero no tanto. Prefiero seguir guardando, que mi última maratón también canté victoria y me encontré a Paco con las Rebajas en el km 40 (Monsieur el del Mazo). Así que sigo chino chano. En estos momentos pasamos por el Arc del Triomf, que es pa mear y no echar gota. Vallas de Asics a los laterales, público agolpado a ambos laterales, y lo de antes, banderas y griterío a tutiplén. Buf, os juro que cuando crucé por debajo se me entrecortó el aliento de la emoción. Km 37. Esto marcha viento en popa. Sólo quedan 5 km…y la cosa pinta muyyyyy bien. Yo aún así me guardo.

Oye oye oye, que esto pinta de puta madre. Estamos a punto de llegar al km 40. La madre que nos parió!!!!!! Ahora sí, toca darlo y disfrutar de estos últimos cuatro meses de entrenos. Metemos cada uno nuestro respectivo cambio de ritmo. Y a puto tope hasta meta. Sta. Pi hace un a puto topísimo y adelanta en los últimos km a casi 700 personas (literal, según los datos de números que marca su chip). A mí me quedaban piñones pero paso de microinfartar, así que me conformo con meter un cambio de ritmo estos dos últimos km por Paralel que por si fuera poco pican parriba…Y además de eso voy animando y gritando como uno más del público a todos esos compañeros maratonianos que están en las últimas. Muchos cadáveres. Estoy tan eufórico que cada uno que veo tocado le digo algo. Vamos joder!!!!! El calor del público en estos dos km finales es especial. Una pasada. Si por algo nos enamora esta distancia…vente un día a ver estos dos km finales y entenderás por qué.

Como decía Hanibal Smith...
Mencanta que los planes salgan fetén!
Plaza España y…..META!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Alucinante. He metido un mordisco al crono de 12´. Me encuentro a Sta. Pi. Está super entera. Y fina filipina. La pajarita me ha metido 3 minutacos (esto no quedará impune, que lo sepas!!). Nos abrazamos. Nos emocionamos. Subidón total. La ostia!!!!! Y de ahí en adelante, poco a poco las patas se van convirtiendo en cemento armado...Pero el subidón que llevamos es brutal (yo no tanto como para ponerme a bailar zumba como hizo Sta. Pi jajajajajajaj). Lo hemos conseguido, y de qué maneras. Llamamos a casa para decir que estamos vivos (y felices y orgullosos) y cae alguna lágrima. Maratón, amigos, estos MARATÓN, pocas carreras te provocarán algo similar.



Y de ahí a las siguientes 72 horas, todo es un remember de los Highlights de la carrera, de momentazos, del recorrido, de que si en Valencia sub…, de que ha sido un gustazo, de que no puedo ni andar ahora, de que mereció la pena y de qué manera… Un día muy grande, una carrera muy especial, para la que siempre guardaremos cariño. Esto no para. Toca pensar en el siguiente capítulo…VITORIA… Pero volveremos!!!

Nuestra colección de dorsales estaba un poco triste pero este acaba de revalorizarla 42 kilotes!!! Otra muesca más para la culata del rifle!

Un poquico más Iron cada día!!!

Eso sí. Lo que nadie te contó de la Marató de Barcelona...es el after carrera... coger el metro después de correr una Maratón te puede parecer una tontería pero...Tú prueba prueba. Esas escaleras que parece que se han multiplicado por mil y que a la madrugada no estaban. Vale todo, ayudarte de alguien agarrándote, bajarlas de lado, bajarlas de culo (os juro que lo vimos)... Y aún con todo no conozco ningún maratoniano que no luzca orgulloso esos andares de Robocop al día siguiente. Las patas como palos pero con la medalla de finisher colgada una semana entera seguida al cuello!




40 ZURICH BARCELONA MARATÓ

DISTANCIA:  42.195 m.

LLEGADOS A META:  16.346.

PRECIO:  73 euris.

CRONO DEL MÁS RÁPIDO Y DEL QUE MÁS HA AMORTIZADO EL COSTE DE LA INSCRIPCIÓN: 2h 8´ 56" y  6h 27´48”.



ORGANIZA: RPM RACING, Institut Barcelona Esports, Ajuntament de Barcelona, Federació Catalana d'Atletisme i Turisme de Barcelona, Plataforma Marató a Barcelona.



CUANDO ESTÁS EN LA LINEA DE 

SALIDA 

DE LA ZURICH BARCELONA MARATÓ