viernes, 3 de junio de 2016

MI PRIMER HALF IRONMAN...Volumen TRÍ. LO CONSEGUIMOS!!

Finalizado el agua toca afrontar el segmento más largo. Los 90 kilómetros de bici. Sta. Pi hace la transición sin  estar convencida del todo del agua que le resultó (aun así salió del agua con el 300 y pico mejor tiempo), pero con un chute de motivación extra al ver la cantidad de cabras que quedaban en los boxes de gente que no le pasó nadando. Y sin perder mucho tiempo. Pero ahora ya sólo toca pensar en los siguientes 90 kilómetros.

Sta. Pi del mar a la carretera. 

Las previsiones de rachas de aire de 50 kilómetros que nos quitaron el sueño a lo largo de la semana no son tan exageradas. Hace airera, pero nada especialmente reseñable (para unos maños claro, que viven en la ciudad del cierzo). Eso sí, supongo que los juramentos de toda la gente que gasta perfiles brutales en la bici aún se estarán oyendo.  Los primeros kilómetros son para salir del casco urbano de Salou. El drafting no está permitido. Y cada cierto tiempo te cruzas con motos de la organización que como te enganchen chupando rueda te escaliminan. Así que tonterías las justas. Toca guardar la distancia de seguridad sí o sí.

Lo cierto es que el recorrido por donde fuimos con la flaca lo desconozco por completo. Y si encima digamos que no es mi plato fuerte (en realidad no tengo ninguno jajajajaja Pero la bici es lo que menos) pues no tengo recuerdos con tanto detalle del recorrido ni de la carrera como de la natación que hicimos.  Los primeros kilómetros toca un poco de aire favorable.  Nos habían advertido que el sector de la bici era muy rápido. Rápido de pelotas. Y nosotros íbamos con la idea de rodar suave para guardar power de cara a los 21 kilómetros corriendo que quedaban pal final. Así que lo único que nos preocupaba era ir tranquilos y que el tiempo de corte no nos coja. Con rodar a 25/26 kilómetros hora ya incluso nos pasábamos de velocidad… Pues dicho y hecho. Aire favorable, treinta y pico cuarenta por hora. Ale a tomar pol peich la estrategia de carrera!!! Jajajajajaja Estos primeros kilómetros todo el mundo le zumba al pedal así que es lo que toca. Y beber. No tragué agua de mar salvo una vez pero no me mola el secaño resalado este que se te queda después de nadar, como si te hubieras arreado kilo y medio de pipas Facundo con extra de sal. Sta. Pi poco a poco se va encontrando realmente cómoda en este sector, en especial cuando adelanta a alguna cabra (es la primera vez que adelantamos a alguien con cabra!!!). Y va perdiendo su principal miedo según caen los kilómetros: a pinchar, pero no físicamente sino mecánicamente. Sí, es difícil que pase, pero somos unos cenizos y hemos pinchado la rueda tres millones de veces en los últimos meses. Curtidos en cambiar rueda estamos, sí, pero la mala gana, los nervios y los juramentos que sueltas cuando te pasa te afearían la carrera sí o sí... Mejor no mentar la bicha, por si aca. Así que a seguir pedaleando.

Avituallamiento On The Road (foto de MarcosPhotoSport, Marcos Cabrera)

Voy adelantando alguna bici y siempre guardando la distancia. Lo cierto es que todo Peter lo respeta, las cosas como son. En sentido contrario no paran de venir ciclistas que ya completaron este bucle. No paro de mirar a ver si me cruzo con mi compi Sta. Pi para echarle un grito de ánimo. El aire y la carretera  invitan a acoplarte y a lanzarte como un cohete. Me adelantan algunos pero tampoco muy exagerado. El caso es que llego al final del bucle de esta parte del circuito y no me crucé con Sta. Pi. Y yo pensando que me estaba pasando de rosca según lo planeamos…y resulta que la pajarita voló en este primer tramo! Comienzo a adelantar a chicas sueltas. Y en sentido contrario me cruzo con algún Andanda Eh a los que les meto un grito. En un momento dado nos meten a una carreteruca de estas de medio pelo entre huertos con un pequeño repechico. Ahí me pasan varios machacas con sus cabras. Esta gente debe llevar pilas de petaca o algo en los cuadros porque van como tiros hasta en las subidas . Yo a lo mío. Me preto el primer gel. Y ya casi me pimplé el bidón de agua. La próxima vez que haga un Half me llevaré una garrafa de cinco litros de agua porque ya veo que voy a hacer corto…

Super Raña ful gasssss (fotón de Marcos Cabrera). Vete tú a saber si era yo el que parece una mancha borrosa al otro lado
de la fotico (lo dudo, vale? Pero por flipar que no sea).
Llega el primer avituallamiento. Me pilla en bragas. No me queda muy claro donde tengo que tirar los bidones vacíos que llevo. Mierda. Qué hago???????? Tengo un bidón preparado para tirar en la mano, ains, dónde lo lanzo, mierda, el avi está ya aquí, joder, fuera, a cascala. Cojo un bidón. Y adiós. Se me pasó el avituallamiento. Mierda. Tengo que aguantar sólo con este bidón hasta el km 45…jooooodeeer.  Nada, por si necesitaba épica el asunto, pues ahí va un poco más.
Tras varios ir y venir por algunas carreteras en perfecto estado salimos a la autovía. El aire viene en contra. Pero tampoco te deja clavado. Te permite darle algo de gas. Para que os hagáis una idea, vendría a ser como nuestra tan querida carretera Valencia, un Cariñena y volver, sólo que por la autovía y poniendo a Cariñena en un alto como el pueblo de Paniza. Ese vendría a ser el recorrido del Half Challenge Salou. Y lo mismo que aquí, en Salou el aire también nos da de morros a la ida y de culamen a la vuelta.  Adelanto a alguien de vez en cuando pero el número de peña que me adelanta es considerable. Como el consuelo de saber que soy un paquete en la bici no me vale, en mi cabeza pienso que con esas bicis cualquiera (no me fijo en sus cuádriceps, que no son de carbono ni aero pero van a juego con la bici). El caso es ir sumando kilómetros poco a poco. Me apetece hablar con alguien, pero con esto del no drafting es una mierda. Me voy a tener que pegar los 90 kilómetros a palo seco, sin charrada alguna (estoy muy mal acostumbrado, para mí bici es sinónimo de capazo jijij).  En un momento dado por el sentido contrario ya están viniendo los primeros. Espectacular cómo van. Auténticos misiles tierra aire. Van acoplados con sus cabras que sólo se ve casco y un perfil. Muy bruto. De verdad que es un gustazo. Van a la puta velocidad de la luz. Y después de la élite ya vienen los primeros mortales. Me voy fijando un poco para ver si veo a Ramón de Transizión Sport o a algún conocido pero es imposible, van demasiado rápido (lo juro). Así que prefiero estar pendiente de los que me adelantan que esos llevan otro ritmo y me permite intercambiar más palabras jajajaja Y así voy animando y hablando unos segundos cuando me pasan los triatletas maños, Sergio y Jorge de Andanda Eh, y Nacho de Amigos del Running.
Sta. Pi en algún momento nota a alguna chica que se le pone a rueda, la cual rápidamente es advertida por mi compañera (no tolera que cualquiera que pase le chupe rueda, es muy selecta, os lo digo yo jejeje). Y la contestación que recibe de la guiri en cuestión es "So Windy" que traducido es algo así como "Joer, déjame un rato que está cascando una airera del copón, por fa". Se siente. El drafting no está permitido. A falta de jueces que la sancionen bueno es un cambio de ritmo para dejarla atrás jur jur jur


La gran Sara Loehr y su máquina de matar
(fotaza de Marcos Photo Sport de nuevo).


Me cruzo con Sta. Pi en sentido contrario. Nos metemos un grito los dos. Ella no sé, pero a mí esto me da power y le meto un poco más de gassssss al pedal. Cojo como referencia el punto donde nos encontramos, y así a la vuelta calcularé a cuánto la tengo.

Sta. Pi on ride ful gasss.

Entre pitos y flautas llegamos al avituallamiento de mitad de carrera. Voy más seco  que un bocadillo de pan rallado. En este  punto me encuentro a parte de nuestra forofada (grande Sr.Kasparov) que se lo curró para  ir animarnos en varios puntos del recorrido de la bici. Veo que lleva cámara en mano, así que me acoplo aunque esté llendo a doce por hora y el avituallamiento quede a 50 metros jajajajajaja. Aquí sí, cojo agua e isotónica. Que me hubiera bebido otros dos bidones más más, pero no sé  si  la barra libre comienza en la carrera a pie o en la bici ya, en la pulsera que nos dieron no especifica… Ahora toca remontar los repechitos que subimos y bajamos y desandar el camino, pero con el aire a favor. Los que nos avisaron que el circuito era rápido no se equivocaban. Hasta yo estoy yendo rápido! (para mis cánones, claro). Lo cual no quita para que cada poco alguien me adelante. De la que llego al punto donde me crucé con Sta.Pi miro el crono, y veo que le he recortado tiempo. Bien. Sí pero no. Creo que me estoy pasando. Empiezo a valorar si aflojo o si mantengo. Va, de perdidos al río. Seguimos. Pero en torno al kilómetro 60 noto un algo raro en la tripa. Ay yayay… No sé no sé. Creo que me estoy pasando de rosca. El tiempo de corte lo tengo super lejos así que decido aflojar. Para darle gas corriendo a pata siempre hay tiempo. Así que me relajo un poco. Ahora sí, me pasa todo quisqui. Pero no me preocupa. Sigo a mi marcha. Me pasa Nicu de  Amigos del Running y nos animaos, el machaca de él se está preparando el ful de Vitoria!!! Kilómetro 80, casi está hecho. Pero no, esperad que llega Pepe Gafez. Tres carriles de autovía, un ciclista que apenas ocupa medio metro, y una puta abeja que cruza en ese momento la autovía. Sí, a que no adivináis dónde fue a parar? Sí, dentro de mi casco. Me cago en todo lo cagable. Después del respectivo picotazo sigo sin conseguir quitármela así que paro. No me jodas!!!!!!!! Duele, pero confío en que el dolor de patas posterior mitigue el dolor de cogote que llevo ahora mismo…en fin. Cosas que pasan en un Half Ironman.

Salou. Rotondas. Coches atascados. Esto está hecho. La bici, claro, sólo faltan 21 kilómetros corriendo! En la entrada de boxes tengo a la jefa, al ahijado y a los colegas animando. Subidón de adrenalina por las venas. No noto las patas cansadas ni el picotazo de la jodida abeja. Dejo la bici en los boxes y salgo como un rayo. El ambientazo en esta zona recién salido de boxes es brutal. Después de la soledad de la autovía, correr por la alfombra roja, la megafonía, la música, petado de peña, gente corriendo, ufffffffffff!!! Las pulsaciones se ponen por la estratosfera, y la piel de gallina de nuevo otra vez. Jesús, María despatarrada y José, no sé si podré contenerme de emoción.

Transicionando que es gerundio.
Sta. Pi me mete tiempo en este último sector de la bici y comienza la carrera a pie media hora antes que yo. Comienza a correr los 21 kilómetros sin preocupación ya. Ya más tranquila de que no depende de factores mecánicos, y completamente mentalizada de que si llegamos vivos cuando comencemos a correr, esto está hecho. Aunque sea andando o a rastras, los 21 kilómetros que faltan los hacemos. Que somos maratonianos leches!! Y al poco de comenzar el primer bucle del circuito se encuentra a su grupo de animación particular. Sus mejores amigas se plantaron por sorpresa en Salou para animar sin que ella lo supiera. Así que casi se caga por la garra abajo mi compi cuando se encuentra de repente a sus super fans desgañitándose por ella al doblar una curva. Bravo por ellas!!!! Eso da power a cualquiera. No obstante comienza la carrera a pie con cabeza recordando lo que le repetí una y otra vez: no te flipes cuando dejes la bici que con el público echarás a correr como una moto, así que no seas gañana y reserva, que lo necesitaremos. Sorprendentemente me hace caso jajajaja


Primeros metros de RUN, todavía quedaba
power para hacer el monguer .
Y yo mientras me quito la parafernalia ciclista, y cambio calas por las zapas y casco por visera. Y echo a correr como alma que lleva el diablo. Es medio día y casca un Lorenzo que mete miedo. Pero ahora mismo da igual todo eso.  Quedan 21 kilómetros de correr a patita. No hay tiempo para contemplaciones.
Salgo con flato de la T2, pero es tal el ambientaco que me la suda. Me cruzo con Sta. Pi en un punto del recorrido. La tía ya lleva una pulsera en la mano, lo cual significa que lleva una vuelta. Siento envidia no, lo siguiente. Le meto un grito y me hace un gesto con el pulgar levantado. Genial. A por todas. Un poco más adelante oigo un griterío brutal, son las amigas de Sta.Pi. Vinieron a animar y a liarla, ahí están birra en mano disfrutando no poco.  Joder, como para aflojar!!!!!! Y sigo hasta el primer avituallamiento. No me encuentro cómodo. Confío en que según caigan los kilómetros me encuentre mejor. Así que en el primer avi me bebo un par de vasos de agua y otros dos de isotónica. Otros dos vasos me los tiro por encima modo ducha. Y sigo. Por el camino me cruzo con la armada maña, y nos vamos echando gritos, chocando las manos. Esto es triatlón!!!! Sufro pero juro que lo estoy disfrutando.




Water! Iso! Barritas! Geles! Que me lo quitan de las manos oigan!!!

Nuestra Iron Woman.
 Pero de ahí en adelante ya noto que no. Que algo no va. No me entra el gel que debería tomar. La isotónica se me está repitiendo. Ay madre ay madre que se masca la tragedia. Me vuelvo a cruzar con Sta. Pi pero ahora yo ya no grito, sólo levanto el pulgar. Buf, cambio de estrategia. Objetivo llegar al siguiente avituallamiento, y vale. Mi ritmo ya no es el de antes y sólo pienso en ese avituallamiento. Es la una del mediodía y el calor es infernal. O me refrigero o reviento. Me pego una auténtica ducha con vasos de agua en el avituallamiento. Intento beber isotónica pero no me entra, apenas consigo mojar los labios. Me fuerzo a beber agua. Confiemos en que los geles y las pastillas de sales que tomé durante la bici me aguanten  la batería porque esto pinta mal. Entro al baño del avituallamiento a mear. Seguimos. Las pulsaciones no bajan. Jodo floro. Cambio de chip. Modo Supervivencia ON. Esto lo acabamos por lo civil o por lo criminal. Ya no existe la línea de meta. Me voy colocando objetivos. Cuando consiga uno, pues a por el siguiente. Mi inminente objetivo vital es llegar hasta donde se encuentran mis amigos. Sus gritos de ánimo me darán algo de vida, que la necesito como el respirar. Así que aflojo ritmo y continúo. Cuando llego a ellos se desgañitan al verme. Me hacen gestos como diciendo “CABEZA” y “AGUANTA”.  Esto va a ser duro de pelotas. Paso el punto donde nos dan las pulseras que marcan el número de vueltas. Bien, ya sólo me faltan tres más…
Sta. Pi que habitualmente es la rarita de la grupeta a la que no le sientan bien los geles y las guarrerías que tomamos en carrera, resulta que hoy le están sentando de lujo. De hecho nota cómo los geles de 226ERS le dan la vida (#seDejaPatrocinar Ok? jajajajaja). Y también se plantea objetivos. Llegar de uno a otro. Poco a poco. Y los avituallamientos sin prisa. Refrigerar, beber, comer, beber, refrigerar y tirar.



La forofada que se trajo Sta. Pi es otro punto caliente. Si he de morir, que sea en otro punto del recorrido. En cuanto oigo gritos de mi nombre y follón trato de apretar un poco el culo y mantener el tipo. Se hace difícil. Así que una vez que sobrepasamos los "puntos calientes" el objetivo vital es el avituallamiento. Se sufre. Pero no sé muy bien cómo explicarlo, pero también se disfruta un poco. Somos conscientes de que si fuera fácil no tendría mérito. Toca pretar los dientes y tirar palante. Y punto. Por si no fuera poca la dificultad añadida de estar corriendo al medio día después de llevar cuatro horas acumuladas de ejercicio continuado, se comienza a levantar aire  y así como quien no quiere la cosa nos vemos inmersos en una jodida tormenta de arena. Sí sí, como las de las pelis del desierto. Lo que faltaba. Ahora encima tragando tierra. Pero ya nadie dice nada. Bajamos las viseras y tiramos tiramos tiramos tiramos. Podríamos empezar a protestar y hacer aspavientos pero aquí todo cristo guarda fuerzas. Cada gramo de energía vale oro. La cabeza puesta en el siguiente avituallamiento. Y punto. De oca a oca y tiro porque me toca.

No es que la foto esté quemada o haya salido mal, no. Es que
en esos momentos estábamos corriendo en mitad de una
puta tormenta de arena de la playa, literal.

Yo ya voy tocado y hundido. No me entra absolutamente nada. Tengo que entrar al baño porque me están dando retorcijones. Confío en que me alivie la visita al señor roca. Como en el avituallamiento no tienen el Heraldo ni El Jueves me meto en el excusado con la única compañía de un vaso de agua y de isotónica. Trato de concentrarme, no para hacer fuerzas que de eso no tengo problema, si no para relajarme. Me bajan las pulsaciones un poquito y cuando termino la faena continuo con lo que viene a ser un Half Ironman. La isotónica se fue por la taza el water por supuesto, no me entraba.   Noto algo de mejora pero excasa. Nada, activo modo Superviviente de aquí a meta. Aunque en lo último que pensamos es en la meta. Sólo en llegar hasta donde están los nuestros. Y cuando los dejamos, pues a pensar  en el siguiente avituallamiento. Y luego otra vez en los nuestros. Y luego en el avi, y así todo el rato. Consiguiendo esos pequeños mini objetivos, que en ese momento es lo único que tenemos en la cabeza. 

Punto de reanimación vital. Público, batucada, gente
con garrafas mojándonos, avituallamiento cerca: la
vida en definitiva!!!

Según vamos consiguiendo esos pequeños objetivos vitales te das cuenta de que los metros van cayendo. En realidad yo no miro la  distancia en el Garmin. Sólo el número de pulseras que llevo en el brazo. Los geles no me entran pero las duchas improvisadas garrafa en mano que nos echan te dan la vida,  para los próximos 15 metros sólo, pero vamos sumando metro a metro vuelta a vuelta. Sigo revuelto, no hay manera de levantar cabeza. Esto es un infierno. Para colmo estamos pasando al lado de los chiringuitos y me viene toda la peste a rebozina de calamares o qué me sé yo que me está rematando. Me dan arcadas pero me niego a vomitar. Si me vacío soy hombre muerto. La virgen puta qué calvario. Se repite la historia de las otras vueltas. De un punto a otro. Supervivencia pura y dura. Mis pulsaciones van por las nubes pero mi ritmo es increíblemente lento. De verdad, los ánimos que nos dieron son la vida. Cuando las patas no van y la cabeza quiere pero no puede, esos gritos, esas palmadas, son la única gasolina que nos queda para continuar. Así que mil millones de gracias. En una de estas me pasa Sta. Pi, ya no puedo ni con el alma. Me ve desencajado y de da unas palabras de ánimo. Me acompaña unos metros que me dan la vida. Pero aún así me es imposible seguir su ritmo. Nos despedimos y ella encarrila meta.  Bravo. Lo ha conseguido. Se permite subir el ritmo y todo para pisar esa alfombra roja tan especial. Joder cómo va!!!
Entra en meta y abraza a todo bicho viviente con el que se cruza. Lo ha conseguido. Un torrente de emociones la inunda. Disfrutando de cada segundo y cada centímetro desde que pisó la alfombra roja que lleva a cruzar el arco de FINISHER para poder recordarlo eternamente. Una experiencia de las que marcan, de las que emocionan. Difícil de explicar, más difícil de conseguir, pero que hablando en plata: ES LA OSTIA!!!!! Sta. Pi finisher de su primer Half Ironman!!

Sueño conseguido!!
Pero esto no ha terminado amiguicos... Que todavía quedan almas en pena corriendo!!! Esta última vuelta es especialmente dura. Hasta ahora habíamos coincidido muchos corredores en un sentido y en otro, yendo y viniendo, pero después de conseguir mi última pulsera la cosa cambia. Ya no quedamos tantos. Y encima a cada cual más cascado. No obstante, os puedo asegurar, que los ánimos del público que recibimos en esta última vuelta hacen que se me pongan como escarpias cada vez que lo recuerdo.
Yo no puedo ni con el alma. Pero veo gente que va mucho peor. Algunos van haciendo eses. Otros se sientan. Otros abandonan. Son las dos del medio día y es horrible la calor que está haciendo. Desde luego que esto no es apto para cualquiera. La tentación de abandonar y terminar por la vía rápida con todo ese sufrimiento innecesario es muy muy muy grande. Pero después de tantos meses no tendría sentido nada. Y mientras no haya peligro de terminar en el Hospital, aquí no se permite rendirse, y punto. Miro las tres pulseras que llevo en el antebrazo. Eso significa que sólo tengo que terminar esta vuelta, y lo habré conseguido. A pesar de no quedarme ninguna ralla de batería, me siento obligado a animar a los compañeros que van peor que yo. Una palmada en la espalda por aquí. Un "ánimo!!!" por allá. Exactamente iguales que los que estoy recibiendo yo.
Últimos dos kilómetros, ahora sí. Recibo ánimos en todo tipo de idiomas. Que si "Alé alé alé!!!!", que si "vinga noi mol bé!!!!!" que si "gud yob gud yob!!!" "teiken!!! teiken!!" y muchas otras palabras que no recuerdo qué significaban pero venían todas a decir lo mismo: PITERA, LO TIENES!!! Estoy más pallá que pacá, pero así podría llegar hasta el fin del mundo. Muy muy brutal mis dos últimos kilómetros, sin fuerzas ni para dar un paso pero recibiendo ánimos como nunca, y con el regusto salado de las lágrimas, el sudor y el sufrimiento en cada zancada.
Hasta que piso la alfombra roja. Ahora ya sí. Lo he conseguido. En el pasillo rojo están Sta. Pi y mi gente. Aplauden y gritan como si lo fueran a prohibir. Estos metros son inolvidables. Las barreras mentales que construí para no venirme abajo y rendirme se derrumban. Lloro, estoy vacío, fundido, feliz. Se acabó. Lo conseguí. Cruzo el arco de meta. No me lo creo. Soy FINISHER.

No recuerdo muy bien con detalle después. Millones de abrazos. Lágrimas en las caras de los míos. Más abrazos. JODER!!!! SÍ!!!!!! LO CONSEGUIMOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


Un equipo para que sea fuerte no tiene necesidad de muchas personas.
LO CONSEGUIMOS!!!!!

Medalla luchada pero conseguida después de seis meses.



Sudor, lágrimas y salitre. Una medalla cara en todos los sentidos.
Pero todo un orgullo el haberla conseguido:FINISHERS.

Después de agradecer a todo el mundo cómo se lo curró, marchamos a la FINISHER EXPERIENCE. Una carpa donde dan masajes y te ponen garrampas para recuperar los músculos. Y donde hay barra libre de comida y bebida. Me cojo cuatro botellines de agua y dos donuts de chocolate. No me entra nada más. Sta. Pi va como una moto. Se llena la bandeja de donuts, fruta, fidehuá, un bocata jamón, bebida...Está enterísima la tía!!! La imagen es bastante ilustrativa. Yo fundido y ella como si estuviera de vermú. jajajajaja Qué grande.

En la carpa Finishers Experience. Uno finalizado del todo, y la otra
finalizando el plato de fideuá, el bocata jamón, los donuts, la fruta...
Y colorín colorado este cuento se ha acabado. Si has llegado hasta aquí, ponte una medalla de finsiher tú también, que vaya ladrillo me ha quedado madre mía. Pero oye, que el Primer Half Ironman sólo pasa una vez.

Gracias por apoyarnos y seguirnos. O simplemente por leernos. Esto ha sido una aventura de las guapas. Ni de coña lo has disfrutado ni sufrido como nosotros (aunque nos hayas aguantado) pero te hacemos partícipe de un cachito de esa medalla de Finisher. Gracias!!


Ahora toca disfrutar y buscar nuevos sueños...




CUANDO CONSIGUES TU SUEÑO  DESPUÉS DE MEDIO AÑO PERSIGUIÉNDOLO


4 comentarios:

  1. Geniales! Felicidades!

    ResponderEliminar
  2. Otrolocomasquecorre3 de junio de 2016, 2:30

    Muchas felicidades, me ha encantado leer la aventura que para vosotros ha tenido que ser esto del Half.
    A los que solemos correr (o cosas asi) muchas veces nos pregunta que porqué esas matadas, si merece la pena el dolor, sacrificio y pasarlas putas. Si sólo por una vez en su vida vivieran lo que so esos dos últimos km con la gente volcada y cruzar el arco de meta....
    Y no se porqué os veo compitiendo en Lanzarote...

    ResponderEliminar