lunes, 29 de diciembre de 2014

TRAVESÍA DE NAVIDAD GIJÓN 2014. Crónica Alicate.

Qué pasa pues runnerfuckers!!!!!!!!!!!!!!!!!


No sólo de tierra firme viven los Corredores Comedores. Así que aprovechando la estancia en Navidad por tierras del norte…ahí va la Crónica Alicate de LA TRAVESÍA DE NAVIDAD GIJÓN 2014.



Desde 1932 creo que viene siendo costumbre, esto de meterse en al Cantábrico y echar unas brazadas para curtir la piel… Así que allá donde fueres, nada lo que vieres. Justo el 25 de diciembre, cuando no has terminado de recuperar del festival de comida y alcohol de la noche anterior y apenas faltan un par de horas para comenzar la comida de Navidad, qué mejor  plan que ponerte el bañador y nadar 220 metros en Gijón. Una idea de locos. De casi 250 locos. Tanto que hasta yo me lo replanteaba cada 5 minutos…estaba visualizando el titular del periódico local “Encontrado un maño convertido en cubito, varado en la playa de San Lorenzo”.  Al final, desoyendo consejos de allegados y del sentido común me planto en el puerto deportivo de Gijón, en compañía de mi liebre astur de confianza  (en agua no, claro, de momento…).

Público bien abrigado viéndonos pasar frío.

Ponerse el dorsal y no pelearte con los imperdibles.
Una extraña sensación.
Lo primero, recoger la bolsa del nadador y el dorsal. O como se diga en este caso. Previo pago de cero euris, nos dan un gorrico para la prueba, una bolsa de plástico con el dorsal para guardar la mochila, y un vale para recuperar calorías con unos escalopines al cabrales en una sidrería. El dorsal en esta ocasión es diferente. Un número a rotulador en cada brazo. Mucho ambiente de nadador con zapatillas y camis de runner…es decir nivelón. También unos cuantos tri trajes. Así que lo mejor será salir de los últimos y nadar a la marcha sin morir en el camino.

Gente en bañador por la calle un 25 de diciembre. Pa mear y no echar gota.

Ambientazo en la manada.

Si a veces te quedas pajarico antes de que empiece la carrera en la línea de salida,
imagínate aquí a pelo.


Un rato antes de que comience la prueba ya tienes que estar en la rampa de salida. Donde explican las instrucciones. Un paseo marítimo con la valla abarrotá de gente abrigada para vernos, y un buen puñado de nadadores pelándose de frío mientras nos hacen fotos. Pena de no haber cogido pleamar, porque con la bajamar el nivel del mar es muy bajo, y en la salida hay que tener cuidado de no tocar fondo, así como ir con cuidado en la rampa de salida de la meta. Mucho pecho  lata veo yo. Pero como siempre, aquí no he venido a competir contra nadie sino contra el tarado de mí mismo. Me arrebullo dentro de la manada de nadadores, esperando que den el disparo de salida. A escasos metros está la gente con el abrigo mirando. Lo normal de un 25 de diciembre, vamos. Por si fuera poco, algunos ya se han metido al agua para nadar un poco y catar el mar. La madre que los parió. Sólo de verlos se me encogen los huevecillos. Quién me mandaría a mí meterme en estos embolaos… Venga va, todo preparado para la salida. Creo que estoy tan jiñado de lo fría que va a estar el agua que no tengo apenas frío. Suena el disparo de salida y al turrrroooooooooooooooonnnn!

Premio para el que encuentre un maño acojonadico
perdido en mitad de la marabunta.

Oír el disparo y terminar de pretarse el ojete ya del todo.
Quién dijo miedo!!!!!!!!!!!!!!!!!!

De la que estoy a punto de lanzarme al agua ya han pasado un par de minutos cuando se lanzaron los primeros. Caguen todo. Quién dijo miedo. Al puto agua!!!!!! Está fresca. Fría. Fría que te cagas. Muy turbia. Han removido parte del fondo y no se ve absolutamente nada a través de ella.  Primer objetivo superado. Que era no quedarme petrificado na más tirarme al mar. Ahora toca nadar como un cabrón. Cuanto más rápido menos tiempo en el agua. Esa es la estrategia.  Intento dar la brazada normal y respirar lateral, pero el agua está tan jodidamente fría que me deja la cara tiesa. Lo intento un par de veces más. Paso. Nadaré con la cabeza fuera hasta que aguante. De vez en cuando doy varias brazadas con la cabeza dentro para ir más rápido pero es superior, no puedorl. Además pierdo todo el sentido de la orientación. Así que me guío  por los chapoteos de los compañeros de al lado y voy adelantando gente sin parar.


Nadar en Aguas Abiertas. Todo un universo por descubrir...


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Me dan la sensación que se están escorando mucho a la izquierda. Paso de seguirlos y tiro en línea recta, que se supone que es más corto. Sigo adelantando gente, y de la que llevo dos minutos ya puedo dar la brazada lateral. El cuerpo se ha aclimatado. O igual se ha entumecido. Qué más da. De todas formas no puedo seguir con este ritmo nadando con la cabeza fuera. Me desfondé en el sprint anticongelación que hice estos dos minutos. Así que ahora a nadar normal y mirando palante de vez en cuando para no irnos de la recta imaginaria que me he marcado. Intento no tragar agua, pero la saboreas quieras o no. Y da la sensación de estar haciendo gárgaras con gasolina y aceite. Malditos barcos. Un arreón más y la rampa de llegada está ahí. A darlo todo. En un par de brazadas más me planto en la llegada. Creo que 4 minutos y 8 segundos. Al haber bajamar no se puede acceder directamente a la rampa de llegada nadando. Y toca pisar el fondo de chapapote o vete tú a saber qué, mientras te hundes hasta el tobillo. Nos ayudamos unos nadadores a otros apoyándonos en el que tienes delante para subir hasta la rampa. La gente de Cruz Roja también te echa una mano. Creo que voy a tardar varios día en encontrarme las pelotillas.


Bracear o morir.


Tipos duros esta gente del norte.
Se acabó la aventurita. Nada más salir del agua nos ofrecen un chocolate hirviendo que sabe a gloria. En parte también para quitar el sabor a mar petroleado que llevo en la boca. Una botella de Powerade y cagando ostias para la ducha de agua caliente. “Taba calentina”, y “no taba tan fría como otros años” sueltan algunos aborígenes. Jodo petaca. Esta gente del norte ye peña muy dura. Ostiés!!!! Para colmo no había agua caliente en las duchas. Un mal menor, ya que si bien después de una carrera te cagas en todo como pilles una ducha de agua fría, en este caso la ducha fría resulta templada después de la experiencia…


En esta ocasión no puedo guardar otro dorsal más para la colección, pero si admitimos la experiencia como otra muesca más en la culata del rifle...y sumando!!! Quién sabrá qué será lo próximo…





TRAVESIA DE NAVIDAD GIJÓN 2014.

DISTANCIA: 220 metros.

LLEGADOS A META:  174.

PRECIO:  gratis!!.

CRONO DEL MÁS RÁPIDO Y DEL QUE MÁS HA AMORTIZADO EL COSTE DE LA INSCRIPCIÓN:  2:39:18 ; más de cinco minutos…

ORGANIZA: AGUAS ABIERTAS ASTURIAS  y Patronato Deportivo de Gijón. 



CUANDO SALES DEL AGUA EN LA TRAVESÍA DE NATACIÓN DE GIJÓN.


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