miércoles, 4 de noviembre de 2015

Nadando con Lobos.

Qué pasa pues runnerfuckers!!!

No sólo de correr vive el homo sapiens, así que de vez en cuando, hay que darse un homenaje… Había que aprovechar este viajecico a Asturias, que coincidía con una quedada del grupo de AGUAS ABIERTAS ASTURIAS. Una tirada larga de las majas que organizaron los lobos marinos del lugar…

Cenicienta que me sentí.


NADANDO CON LOBOS

No sale ni el Sean Connery ni indios pintados ni nada. Aquí hablo de Lobos Marinos, una auténtica manada. Y el escenario no es otro que el grandioso Mar Cantábrico. Lobos Marinos. Así que es como se hacen llamar. Se trata de un grupo de gente muy normal, que hace cosas fuera de lo común, y que los convierte en grandes. Es algo más que un deporte. Nadar, sí, nadar en el mar, vale, pero os digo que es algo más. Son gente con verdadera pasión por sentir el sube y baja de del agua, su sabor salado, las brazadas una detrás de otra  durante horas si hace falta, los kilómetros que sean, lejos de la civilización, a solas contigo mismo y con el resto de la manada, disfrutando cada metro ganado hacia algún lugar; pero todo ello sin que haya dorsal alguno de por medio. Sin el aliento del público que suele haber en las carreras. Sin llevar un número pintando en el bíceps o en el gemelo. Nadar por nadar, disfrutando de cada brazada. Sintiéndote parte del mar. Todo esto y más, son esta gente: NADADORES DE AGUAS ABIERTAS, asturianos pa encima!!!!! (bueno, alguno también se le podría considerar casi! Que la vaca no es de donde nace sino de donde nace eh John!).
San Lorenzo estaba alegre alegre.
Así que ahí que me planté yo a primera hora del lunes. En la playa de San Lorenzo en Gijón. La idea inicial era salir y bordear la costa para llegar a Isla Tortuga. Lo que en un principio me dijeron que eran unos 5 km al final resulta que eran 7 u 8 kilómetros, nadando!!!!  Después del mes de Octubre que nos hemos marcado tocándonos la breva por ser fin de temporada…voy yo y me meto en semejante embolado. Que a todas luces se me va de presupuesto. Encima voy sólo, no me acompaña ninguno de mis habituales compañeros de armas, a los que podría echarles la culpa de semejante chaladura. Pero no, esta vez me metí yo mismo con mi mecanismo. Y ahí que estamos. En el paseo de la playa, con los dientes largos viendo la gran cantidad de gente que aprovechó también para madrugar sólo que en vez de nadar, para correr o salir con la flaca. No sabéis la de veces que me planteé que yo debería de estar haciendo eso mismo. En lugar de mirar como rompen las olas y salpican hasta el paseo. Cagado perdido, podría ser una descripción buena. Quién narices me mandaría a mí. Hacía tiempo que no llevaba el culo tan prieto. Yo no tengo ni repajolera idea del mar, pero yo juraría que está algo más que movido. Los amigos de Aguas Abiertas de Asturias me animaron a que fuera, que en cualquier momento me podía subir a la Zodiac, si no lo veía claro. Y cada vez tenía más claro que iba a estar más tiempo en la lancha que en el agua…

Poco a poco van llegando los lobos. Después de las presentaciones, se valora el estado del mar. Tal y como está, es del todo inviable que los dos kayak salgan al agua siquiera. Por lo que que una Zodiac para los 9 es jugársela en caso de que la cosa se tuerza. Otra cosa no, pero esta gente sabe de lo que habla. Y puede que la gente los considere unos auténticos locos por hacer lo que hacen, pero os aseguro que son de lo más cabal, que saben perfectamente de lo que hablan. No se la juegan de forma gratuita. Así que se descarta la expedición a Isla Tortuga y se pasa al Plan B. Una travesía desde la Playa de Poniente hasta la Playa del Arbeyal. Sobre los 4 kilómetros y pico entre ir y volver. En una zona mucho más protegida de los embates del mar. Quieras que no, empiezo a estar menos tenso. Sigue siendo una distancia que nunca jamás he nadado de continuo, y menos en el mar, pero oye, suena menos locura que el plan inicial.

Dejamos San Lorenzo y nos vamos a Poniente. La piscina de invierno que dicen ellos! Jajajaja Y la verdad es que no tiene nada que ver. Parece un plato. Así que nada, al lío. A sudar un ratico enchufándome el neo para coger temperatura, que la necesitaré. Aun así, hay tres lobos que no llevarán neo. Esta gente está hecha de otra pasta. En serio. El agua está sobre los 14-15 grados. Que no es que sea nadar en el Ártico…pero para uno de interior como yo, acostumbrado a los habituales 27 grados que están las piscinas cubiertas de Zaragoza…OSTIÉS!!!!! Mientras nos cambiamos llega la Zodiac de apoyo, capitaneada por un par de lobos. La gente de los kayaks saldrá con nosotros nadando, que en esta zona no serán necesarios (en mi interior pienso, no me jodáis que yo necesito sitio en la lancha fijo eh). Hinchamos las boyas (material indispensable y obligado si quieres practicar aguas abiertas) y al turrón!!!

El agua está fresquita, para mi gusto. Pero según esta gente está realmente buena. Qué peña!!!! Tenemos por delante dos mil y algo metros, así que para qué lamentarse más. A nadar. Que ya habrá tiempo para llorar cuando me suba a la Zodiac. Son dos mil metros y estoy más que bajo de forma, así que sin prisas. Veo un par de lobos y me doy cuenta de que ese ritmo que llevan no está nada mal. Así que los elijo como compañeros de brazadas a la par que guías. Vamos hasta el Arbeyal, que no tengo muy claro donde está. Por lo que me dejo llevar. La mar está en calma, y una vez que comienzo a bracear ya no parece que esté tan fresca. Al poco rato nos reagrupamos la manada, todo en orden, así que a seguir!!!! Los pieses la verdad es que muy muy calientes no los tengo. Pero si comienzo a quejarme tan pronto mal plan llevo. Una tras otra caen las brazadas. Y de vez en cuando notas como que el sabor del agua en el paladar deja de ser ten salada, y pasa a tener un punto como de gasolina. Si bien en un momento te puede dar un poco de reparo, enseguida se me va ese pensamiento cuando sabes que ese sabor viene de la Zodiac de apoyo que anda por las cercanías, vigilando que la manada de lobos gane metros al mar sin ninguna incidencia. Simplemente disfrutando. De vez en cuando miro el reloj para mentalizarme de cuánto tiempo llevo nadando. Tampoco sirve de mucho, porque no tengo referencia alguna de cuánto rato aguantaré. Pero por lo menos vale para ver qué sensaciones llevo durante X tiempo. Y sí, estoy disfrutando. Creo que me siento un lobo más. Ahora sé de lo que habla esta gente cuando comenta  sus salidas, sus travesías.

Aquí no hay crono. Ni una distancia marcada. Es todo orientativo. Vamos hasta un punto determinado, pero no existe la línea recta. El mar te va subiendo y bajando, poco a poco vamos recortando distancia a la Playa del Arbeyal. En un momento dado me doy cuenta de que la grupeta que formé con otro par de lobos es la que va en primer lugar, no tenemos nadie por delante. Así que mis brújulas son ellos dos. Y oye tú, como que acabamos de llegar a primera línea de playa!!!!!


Nos reagrupamos de nuevo. 2.000 metros a algunos, otros 2.100. 2.200…En el mar no están marcadas las calles de nado. No hay una línea en el fondo del agua que te marque por donde nadar. Ni unas corcheras. Tú decides. Puede sonar absurdo, pero a nada que te pares te quedas frío. La temperatura del agua ya no parece tanto como la primera impresión. Aunque los piececicos no piensen lo mismo. Un selfie y media vuelta.


Voy muy bien de sensaciones. Ya tengo claro que hoy no subo a la Zodiac. Lo cual para mí es todo un logro. A la vuelta la gente se da un puntico más de alegría en el nado. Yo continúo con mi lobo de confianza (mil gracias Raul!). De vez en cuando oteamos la lancha en nuestras cercanías. Hay un tramo en el que el sube y baja del mar aumenta un par de puntos, aunque puede que sean cosas mías. No obstante, yo pienso que eso es lo que le da parte de gracia a las Aguas Abiertas. Y tras pasar esa zona de subeybajas, ya se otea el extremo de la playa de Poniente. Miro mi reloj, hora y 20. Joder! Hace dos semanas hice un 3.800 a bloque en piscina corta y me dio la sensación de ser eterno así como duro. Y en este momento me acabo de pretar entre pecho y espalda esa misma distancia y con la sensación de poder con más, así como de disfrutar el doble. Últimos 800 metros, no sé si estoy algo más cansado o que el lobo que tengo a mi lado acaba de meter un piñón. Sí, seguro, es esto último. Pero hemos ido tan relajados que casi hasta te lo pide el cuerpo. Así que ale, a darle un poco de alegría! Terminando mi bautismo en la manada con actitud. Una gozada sí señor.

Al final 4.100 metros, 4.300 en brazadas de otros. Lo mismo da. Todos con las mismas sensaciones. Que es el objetivo final de estas salidas.  Toda una experiencia.

Tierra firme!!!

Después del mar, toca rehidratar algo sin sales. Y como me explicaron, estas salidas constan de tres momentos. Un primero en el que estás mano a mano en la mar. Y este segundo momento, que es comentar las mejores jugadas con una buena cerveza delante. Que lógicamente no supera a lo anterior, pero que me parece un lujo compartir charla con esta gente. La experiencia que gastan en travesías de larga distancia y ultra distancia en el mar (y alguno incluso en Triatlón!), y la naturalidad con la que te hablan de ello…un lujo.

Bueno, y el tercer momento. Que es esperar a que alguien publique el track de lo que se nadó, las fotos, los videos etc jajajajaja


Te puede parecer una matada, una locura, un coñazo, etc etc Pero os prometo que yo me veo el vídeo, y lo considero algo hasta relajante. Si omitís mi estilo ortopédico de natación, es ver a esta gente nadar, y la plasticidad y el estilo que gastan es una maravilla. Esa forma de alargar la brazada, esa cadencia, avanzando  y ganando metros al horizonte. Algo para compartirlo sin duda alguna.
https://www.youtube.com/watch?v=O8iIifk4aO0




Lo dicho. Si te gustan las Aguas Abiertas, si algún día paras por Asturias, no dudes en llevar tu boya en la maleta. Es más que obligado contactar con ellos y quedar para participar en una salida con la manada. Yo ya estoy mirando el calendario a ver cuándo puedo volver a subir y coincidir con la manada!! Aprovecho para darles las gracias por aceptarme en la manada. Creedme, merece la pena sacrificar horas y horas de entreno en una piscina para poder disfrutar de esta experiencia. Es algo muy difícil de explicar a quien no le gusta, o a quien no lo ha probado, pero eso mismo te da una complicidad especial con los que comparten esta afición.



Pd.- Gracias Jacobo por el detalle!!!

Pd.II.- Aviso para futuros aspirantes a lobos, la primera ronda corre de vuestra cuenta!!! XD

Pd.III- Qué mal estilo nadando gasto por dios...tenía que haber ido Sta.Pi en representación del club!!!

Fotos de JB Vives Photography.


CUANDO DICES EN CASA QUE TE VAS A NADAR 4 KILÓMETROS EN EL CANTÁBRICO EN NOVIEMBRE


No hay comentarios:

Publicar un comentario